Picogordo (Coccothraustes coccothraustes) |
En un mundo donde el estrés gobierna nuestras vidas, la fotografía de fauna es un oasis de calma, tranquilidad y paciencia, mucha paciencia.
Ya que pasamos mucho tiempo en nuestro ‘hide’, tenemos que aprovecharlo y disfrutar de nuestras sesiones.
Para que nuestras fotografías queden agradables a la vista no sólo depende de la cámara, el objetivo, la luz, el fondo y el ave. No debemos olvidar un complemento esencial que quedará retratado en todas nuestras fotografías: el posadero.
Carbonero común (Parus major) |
Curruca capirotada (Sylvia atricapilla) |
Acentor común (Prunella modularis) |
Escribano soteño (Emberiza cirlus) |
La elección de unos buenos posaderos garantiza el éxito de una sesión. No es fácil encontrar posaderos que sean verdaderamente útiles y agradables, tanto para nosotros como para las aves, las principales
protagonistas, de las que tenemos que procurar su máxima comodidad y bienestar.
Podemos encontrar posaderos en bosques húmedos con musgo de diferentes clases, en bosques secos, en laderas del río que llevan días desgastándose por el agua o andando por el campo y de repente encontrar una rama, tronco o piedra que nos guste. En ese momento tenemos que visualizar como quedara en nuestras fotografías.
Juvenil de águila imperial ibérica (Aquila adalberti) |
Alcaudón real (Lanius meridionalis) |
Zorzal común (Turdus philomelos) |
Petirrojo (Erithacus rubecula) |
Roquero solitario (Monticola solitarius) |
Debemos conocer el tipo de ave que queremos fotografiar y adaptar los posaderos a sus tamaños y costumbres. Si nuestros visitantes son paseriformes colocaremos unos posaderos de poco diámetro, para aves de mediano tamaño colocaremos troncos finos o piedras pequeñas. Para aves de gran tamaño colocaremos troncos de gran diámetro o piedras muy grandes. También podemos adaptarlos a las costumbres de cada especie, como por ejemplo, picos o alcaudones.
Para sujetar los posaderos podemos utilizar pinzas de gran tamaño o tubos de aluminio clavados en el suelo.
Herrerillo común (Cyanistes caeruleus) |
Jilguero (Carduelis carduelis) |
Picogordo (Coccothraustes coccothraustes) |
Roquero solitario (Monticola solitarius) |
Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) |
Es importante comprobar la distancia desde el ‘hide’ al posadero adaptándolo a la distancia focal de nuestra cámara y desde el posadero al fondo, para que este difuminado.
Es importante evitar objetos o colores que puedan distraer la atención de la fotografía y así conseguir el resultado deseado. Para comprobar su colocación ponemos alrededor del bebedero varios posaderos y revisamos al pasar una semana allí donde los excrementos sean más abundantes y colocaremos nuestros posaderos ideales ya que es allí donde les gusta parar y comprobar que no hay peligro antes de beber. Esta labor también se puede controlar con una cámara de fototrampeo, conociendo sus costumbres.
Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) |
Curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) |
Curruca capirotada (Sylvia atricapilla) |
Curruca zarcera (Sylvia communis) |
Escribano soteño (Emberiza cirlus) |
Tenemos que ser constantes en nuestra búsqueda de posaderos y actualizarlos a las pocas sesiones. Lo mas importante es disfrutar de las horas que pasamos en cada sesión.
Curruca capirotada (Sylvia atricapilla) |
Lúgano (Spinus spinus) |
Zorzal común (Turdus philomelos) |
Petirrojo (Erithacus rubecula) |
Verdecillo (Serinus serinus) |
Artículo e imágenes: Ginés Jiménez
Cuenta de Instagram: @GJGphotography